Ahora que está de moda criticar y prohibir fiestas populares, no sé cómo se ha salvado la fiesta de la Tomatina, que se realiza en el municipio de Buñol (Valencia) a finales de agosto. La celebración consiste en una batalla tomatil por las calles de esta localidad, en la que sus vecinos y turistas se lanzan unas 125 tonelas de tomate maduro, subiendo esta cantidad cada año.
Es un hecho que supone un despilfarro de comida considerable, aunque seguro que lo saben rentabilizar económicamente de la mejor manera. Yo prefiero «lanzar» el tomate sobre un buen trozo de pan con aceite y una loncha de jamón.
O para un buen salmorejo! Mmmmm!!!
Um, que hambre, el pan con tomate y jamón!!! y también me apunto al salmorejo!!! 🙂
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
No te preocupes que seguro que pronto la prohiben , si se ponen lo hacen. Me apunto al pan con tomate y jamón!!.
Un beso